Go to English VersionEste artículo no tiene mucho de interesante. Lo único que me llama la atención es que su contenido original ha pasado de un medio a otro como si no hubiera otra cosa que contar en este mundo. Quizás sea una cadena secreta de la buena suerte. Este es mi extracto del extracto de otro extracto y así hasta el autor original. Tómenlo como un divertimento nocturno y una reiteración del secreto a voces de que la mayoría de los blogs culturales acuden a los sembradíos a recoger el trigo que se convertirá en el pan de las siguientes mañanas.
El arte se copia a si mismo.
Tomado de Art imitates Art.
Copies of the Louvre's masterpieces come to life.
Condé Nast Traveler USA.
September - October, 2025
En el segundo piso de la tienda del Louvre se esconden tesoros para los amantes del arte que buscan recuerdos únicos. Allí se encuentra un repertorio de más de 600 grabados realizados a partir de 14.000 planchas de cobre que forman parte de la colección permanente. Todas han sido impresas en papel de alta calidad y garantizadas para durar más de un siglo. Además, el espacio ofrece pequeñas réplicas de esculturas célebres, como delicadas copias en tonos joya de la Venus de Milo y de la Victoria de Samotracia.
Estas piezas provienen de dos talleres en la periferia parisina de La Plaine Saint-Denis. En la Chalcographie du Louvre, maestros grabadores reproducen estampas con las mismas técnicas tradicionales que se utilizaban hace siglos, trabajando aún sobre las planchas originales de cobre. En el Atelier de Moulage, otro grupo de artesanos elabora moldes que replican esculturas de mármol en yeso o resina. Aunque poco conocidos, estos lugares ofrecen una experiencia singular y enriquecedora, alejada de los circuitos turísticos habituales.
En el Atelier de Moulage se producen copias perfectas destinadas no solo al Louvre, sino también a Versalles, a otros museos franceses, a escuelas de arte, galerías y coleccionistas privados en todo el mundo. Allí se moldean incluso las estatuas más frágiles de los jardines de las Tullerías, mientras los originales se conservan en interiores para su preservación.
El recorrido por este taller revela salas de almacenamiento abarrotadas con miles de moldes escultóricos: esfinges, bustos aristocráticos, una Estatua de la Libertad, un Moisés de Miguel Ángel y más de una docena de Venus de Milo. El proceso comienza con una impresión física o un escaneo digital de la obra original para generar un “negativo”, del cual se obtienen réplicas idénticas, generalmente en resina por su mayor durabilidad frente al yeso, sobre todo en exteriores. Algunas versiones modernas, como la Marianne diseñada con transparencias provocativas, se cuentan entre las más vendidas.
En el taller de grabado, la calcografía conserva la mayor parte de la colección francesa de planchas de cobre, desde el siglo XVI hasta la actualidad, incluyendo encargos de reyes: batallas, retratos reales y ceremonias. En el siglo XVII, algunas de estas estampas viajaron con misioneros jesuitas hasta Pekín como instrumentos de propaganda cultural.
El estudio de impresión mantiene la tradición artesanal: los grabadores entintan las planchas de cobre, retiran el exceso con muselina y pasan una hoja humedecida bajo el rodillo de la prensa. El papel capta cada trazo con precisión, dando vida a estampas que combinan técnica, paciencia y arte. Se trata de un oficio donde la destreza manual y la tradición se funden para garantizar que el patrimonio gráfico y escultórico del Louvre se conserve y difunda en el tiempo.

Art imitates Art. Copies of the Louvre's masterpieces come to life. Condé Nast Traveler USA. September - October, 2025




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