
Por Ethan James Green. Tras iniciar su carrera en el modelaje, Ethan evolucionó hasta convertirse en una voz influyente dentro de la fotografía de moda y retrato, y hoy es una figura activa en el mundo del arte contemporáneo a través de su galería en Nueva York.
Imagen tomada de https://ethanjamesgreen.tumblr.com/post/172352769758
'Cena en un restaurant de tu barrio esta noche. Pide la salsa que nunca has probado.
Toma una cerveza fría a las 4 de la tarde en un bar vacío.
Ve a algún lugar en el que nunca hayas estado.
Escucha a un desconocido que no tiene nada en común contigo. Pide un corte de carne término medio. Prueba un ostión.
Pide un Negroni. Pide dos. Ábrete a un mundo que no entiendas o no estés de acuerdo con la persona a tu lado, pero toma un trago con ella aunque no la conozcas.
Come y bebe despacio. Dale una gran propina a tu mesero.
Atiende a tus amigos. Comprueba todo por ti mismo.
Disfruta el viaje.'
Lo siento por los entusiastas... nadie ha podido probar que esta trenza de buenos consejos fue escrita por Anthony Bourdain. No la recoge ninguna de sus memorias o autobiografías. No aparece en Kitchen Confidential: Adventures in the Culinary Underbelly, 2000, ni en Medium Raw: A Bloody Valentine to the World of Food and the People Who Cook, 2010 (Continuación de la primera) Tampoco en sus ensayos y reflexiones culinarias: The Nasty Bits, 2006 y A Cook’s Tour: In Search of the Perfect Meal, 2001, ni en sus libros de viajes y cultura general: No Reservations: Around the World on an Empty Stomach, 2007 o Parts Unknown: A Field Guide to the World of Food and Drink, 2014.
En su libro de cocina 'Anthony Bourdain's Les Halles Cookbook', publicado en 2004, escribió algo similar tras describir la preparación de una receta: 'Tómate un trago. Relájate. Vístete para recibir compañía. Fuma un porro. Tu trabajo prácticamente está hecho.' En sus libros de ficción, 'Bone in the Throat' y 'Gone Bamboo' tampoco aparece.
Variaciones de ella se han hecho virales en los últimos años, incluidas algunas que enfatizan la idea de sentarse con personas con las que uno no está de acuerdo: 'Listen to someone you think may have nothing in common with you.' Otra variante más abierta: 'Be open to a world where you may not understand or agree with the person next to you, but have a drink with them anyways.'
Detectives de citas y apóstoles del gran presentador encontraron una primera versión en un blog de cine, en una reseña sobre el documental Roadrunner: A Film about Anthony Bourdain. Allí se puede leer este intrincado comentario: 'Lo mejor que se puede decir sobre el logro compacto, denso pero ligero como una pluma de Neville es que canta, duele y está a la altura de los recuerdos de pasajes vigorosos de Bourdain como el inmortal: Cena en un restaurante local esta noche. Pide la salsa cremosa. Toma una cerveza fría a las 4 de la tarde en un bar mayormente vacío. Ve a algún lugar donde nunca hayas estado. Escucha a alguien con quien crees que no tienes nada en común. Pide el filete poco hecho. Come un ostión. Pide un Negroni. Pide dos. Ábrete a un mundo donde quizás no entiendas o no estés de acuerdo con la persona a tu lado, pero de todos modos toma un trago con ella. Come despacio. Dale una gran propina a tu mesero. Atiende a tus amigos. Atiéndete a ti mismo. Disfruta el viaje.'

Negroni
Nadie sabe de donde el autor sacó la cita, pues no pertenece a la película. El 27 de junio del mismo año aparece en una nota de un tal Joe (SoCal) en el Wooden Boat Forum, como un homenaje póstumo, pero no se la atribuye a Bourdain.
Da lo mismo, el texto es realmente encantador. No importa si es apócrifo. Suena a un Bourdain que efectivamente consideraba al Negroni como su cóctel favorito, 'la bebida perfecta'. Aunque no era particularmente aficionado al gin, al Campari ni al vermut, afirmaba que revueltos, con una rodaja de naranja, 'funcionaban': 'El primer sorbo es confuso y no particularmente agradable. Pero, hombre, te va ganando'. Como bien señala la cita, Bourdain recomendaba limitarse a dos Negronis, ya que después del tercero uno podría preguntarse: ' And who the hell are you?
Ya vivía en Estados Unidos cuándo Bourdain se quita la vida. Confieso que me dolió, porque sus series de viajes culinarios alrededor del mundo me fascinaban. Yo quería ser eso que era él. Una vida de lujo, nada sencilla de tener e increíblemente abdicó de ella. En el invierno del 22, sería febrero o marzo estaba en Saint Louis, Missouri, en un bar oscuro cruzado a instantes por los destellos dorados de la luz que refractaban decenas y decenas de copas. Recordé a Bourdain y me pedí un primer negroni. No me gustó nada. Pero nada. Mi cuerpo clamaba por un Santiago 11 y un Camel Crush Menthol. Peras al olmo.
Ahora veo este anuncio que intenta venderme uno enlatado. Un producto inglés, así que no lo veré en el mercado. Igual, no me gustan los cocteles envasados. Ni los cocteles en general. Sólo un poco la versión rústica y caribeña del Bloody Mary: el cubanito del bar de Cinecittà, y si no hay otra cosa, un mojito que siempre dejo por la mitad. Ya no me gusta tomar, excepto cuando estoy con un amigo de muchos años.
Mis consejos —si fuera un Toni del Dollar Tree— a las nuevas generaciones serían: No te dejes provocar por la publicidad. Lo que sea que te ofrezca, no lo necesitas. Si tu cuerpo se retuerce y no puedes resistir la tentación, busca referencias, compara el producto con otros, pregunta a tus amigos. Te convencerás eventualmente de que no te hace ninguna falta. Recuerda que casi todo el dinero que ganarás en tu vida lo vas a gastar en cosas que no te van a hacer feliz. La felicidad por cierto consiste en comerte, beberte lo que puedas atrapar con tus garras. Y tener un perro.
Otros consejos auténticos de Anthony Bourdain:
- Si tienes veintitantos y estás en forma, hambriento por aprender y ser mejor, te pido que viajes tan lejos y tanto como puedas. Duerme en el piso si tienes que hacerlo. Descubre cómo viven otros. Aprende a comer y cocinar. Aprende de ellos donde quiera que vayas.
- Nada maravilloso sucede si tienes el itinerario en París lleno del Louvre y la Torre Eiffel.
- Vístete para la seguridad del aeropuerto. No seas el que atrasa la fila porque tienes que quitarte las cadenas de oro, cinturones y relojes y después actúa sorprendido porque no dejan pasar una botella de refresco. Usa zapatos fáciles de quitar y poner.
- En todas partes del mundo a la gente le gusta que muestren aprecio por su comida. No puedo enfatizar lo importante que es para cualquier relación que hagas en el extranjero. Sonríe y trata de verte feliz aunque no te guste la comida. Si te gusta, demuéstralo con alguna palabra o gesto de aprecio.
- Levántate temprano y visita el mercado. Es una forma rápida de adentrarse en la cultura y de seguro encontrarás platos locales ya preparados en puestos sirviendo a trabajadores del mercado.
- Nunca demuestres furia, impaciencia y frustración. En Europa raramente ayuda. Y en Asia es un símbolo de debilidad. Mantén el pensamiento zen a toda hora hasta que ya no puedas.
- Viajar no siempre es bonito ni cómodo. Algunas veces duele, hasta que se te rompe el corazón. Pero está bien. El viaje te cambia; deja marcas en tu memoria y en tu corazón.
- Tu cuerpo no es un templo, es un parque temático. Disfruta del viaje.
- La buena comida y el buen comer son cuestión de arriesgarse.
- A medida que avanzas en esta vida y en este mundo, cambian ligeramente las cosas, dejas marcas, por pequeñas que sean. Y a cambio, la vida y los viajes te dejan marcas a ti.

Cocktail MOTH Negroni en lata (£3,99 en Waitrose): preparado con gin de Cornualles, vermut del sur de Londres y amaro, ofrece un sabor fuerte y amargo al 14,9 % ABV — una opción eco-responsable hecha en el Reino Unido. Fuente: revista You UK, 24 de noviembre de 2024.




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